Akerbeltz
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRAF9Vlmw4dMR0airgKIB6iFOYxg57J4u8TgddJzQtQfBejYF6Eh2JzfRy5TAHFQ0rDFBpuRhbzt5f99lOuE6p-lKZgVgFUxY8xisEpRLAenmcNaert-Frb8seTWJsojkbQrJ8ViCZBnkP/s1600/Akerbeltz.jpg)
Por un lado, muestra su lado benévolo con el que adquiere características parecidas a las de Mari (diosa vasca, personificación de la madre tierra). Se cuenta en las leyendas que protege a los animales que están a su cuidado e incluso tiene poderes para curar enfermedades. Es por ello que existe la costumbre en los caseríos de tener un macho cabrio negro para que proteja a los animales domésticos que se crían en el lugar.
Por otro lado, este ser mitológico muestra su lado negativo. Akerbeltz dirige las reuniones de las brujas y brujos que son llamadas Akelarre. La palabra Akelarre (aker-macho cabrio y larre-prado) proviene del nombre de un prado que se encuentra a la entrada de una cueva de Zugarramurdi. En este lugar, las brujas y brujos se reunían los lunes, miércoles y viernes para adorar a Akerbeltz ofreciéndole pan, huevos y dinero, y bailando mientras éste lideraba la insurrección contra la religión y el orden establecido.
Comentarios
Publicar un comentario